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Tres principios para ser creativos

Todos queremos ser creativos al modo de los personajes consagrados de nuestra cultura: inventores, artistas, científicos, pensadores, empresarios visionarios, etc.

Por otra parte, ya es bastante aceptada la idea de que la creatividad no es algo exclusivo de los genios o musas inspiradoras. Hoy día se conoce mejor el proceso creativo y se sabe cómo estimularlo mediante técnicas muy diversas. Sin embargo, si realmente quieres ser creativo y hacer la diferencia, además de estos recursos tendrás que tener en mente algunos "principios" y ser consecuente con ellos. Estos principios son pocos, pero condensan la experiencia y sabiduría de quienes se destacaron por sus creaciones.

1. Dedicación. Dedica tiempo, esfuérzate, resiste, persiste. Estarás haciendo la diferencia mágica. Lo inteligente, cuando no tiene dedicación tiende a fundirse con lo mediocre, fracasando. El talento sin esfuerzo no paga, todo lo contrario. El estallido creativo ocurre generalmente donde hay inversión de tiempo, esfuerzo, y persistencia. El genio que se complace demasiado sólo asume la mediocridad. No dependas de la gran inspiración momentánea ni de que alguien te descubra y sea tu mecenas. Descarta definitivamente la idea de triunfar porque "te descubra" alguien; no funciona. Nadie descubre a nadie, salvo en la fantasía. Llegar por la vía corta es desperdiciar el tiempo, justamente porque la realidad actual es muy distinta a la de los tiempos en los que todo estaba por hacerse.

2. Independencia de criterio. Suena algo cínico pero, por la propia tendencia de las relaciones humanas, cuanto más original es una idea peores serán los consejos que otra gente brindará. Las buenas ideas, por lo general, cambian o amenazan con cambiar el statu quo en las relaciones humanas, por tal motivo las buenas ideas al principio suelen ser resistidas. Esto constituye el inevitable contrapeso de las buenas ideas; y, dadas las dificultades que conlleva, es parte de los factores que las hacen escasas. La mediocridad puede tener mecanismos de defensa bastante nocivos.

3. Pasión y posesión. La idea no tiene que ser realmente grande, sólo tiene que ser poderosa. Una "gran" idea por lo común es una idea poderosa o buena, no necesariamente "grande". Y únicamente será poderosa si es original. La idea tiene que ser tuya, tienes que poseer efectivamente a tu idea, y eso tendrá un efecto más importante que el contenido mismo de la idea. El efecto de la pasión y posesión efectiva de la idea cuenta, y funciona así aunque estemos en una cultura que suele inculcar los memes de que "nada es de nadie y todo es de todos". Sin pasión no hay posesión, y sin posesión no hay verdadero poder en las ideas.

Aunque no son principios de aplicación inmediata, sí son de aplicación permanente. Tenerlos presentes siempre será de provecho.